1.

El calabacín es un vegetal ligero y versátil, ideal para dietas hipocalóricas. Rico en agua y fibra, mejora la digestión y promueve la saciedad. Además, contiene vitamina B6, que favorece el metabolismo energético y ayuda a regular los niveles hormonales. Su piel concentra antioxidantes que combaten el daño celular, por lo que es mejor consumirlo sin pelar.
2.

La berenjena destaca por su alto contenido en nasunina, un antioxidante exclusivo que se encuentra en su piel morada. Esta sustancia protege las membranas celulares del cerebro contra la oxidación. Además, es rica en fibra soluble, lo que contribuye al control del colesterol y mejora el tránsito intestinal, siendo útil en dietas para la salud cardiovascular.
3.

El maíz, aunque considerado cereal, se consume como vegetal y aporta energía saludable. Es una fuente importante de luteína y zeaxantina, compuestos que protegen la visión y previenen enfermedades como la degeneración macular. Su contenido en fibra alimentaria también favorece el control glucémico y la digestión.
4.

El apio es conocido por su efecto diurético natural, gracias a su alto contenido en agua y potasio. Ayuda a eliminar toxinas del organismo y a mantener la presión arterial estable. Sus compuestos como los ftálidos tienen propiedades antiinflamatorias y relajantes vasculares, lo que lo convierte en un alimento funcional para personas con hipertensión.
5.

El repollo morado contiene antocianinas, pigmentos antioxidantes que le dan su color característico y que han demostrado tener efectos protectores contra el cáncer. También contiene vitamina K, fundamental para la coagulación sanguínea y la salud ósea. Incluirlo crudo en ensaladas potencia su valor nutritivo y sus beneficios antiinflamatorios.