1.

El calabacín es un vegetal de bajo contenido calórico, ideal para dietas equilibradas. Su alto porcentaje de agua (más del 90%) lo convierte en un alimento hidratante y depurativo. Además, contiene vitamina B9 (ácido fólico), esencial para la regeneración celular, y magnesio, que contribuye a la salud muscular y nerviosa.
2.

La alcachofa es famosa por sus propiedades hepáticas. Contiene cinarina, un compuesto que estimula la producción de bilis y mejora la digestión de las grasas. También ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL y favorece la desintoxicación natural del hígado, lo que la convierte en un vegetal clave para la salud metabólica.
3.

El pimiento rojo no solo aporta un sabor dulce y vivo a las comidas, sino que también es una fuente extraordinaria de vitamina C, incluso más que muchos cítricos. Este antioxidante favorece la absorción del hierro y fortalece el sistema inmunológico, al tiempo que protege la piel y los vasos sanguíneos.
4.

La berenjena es rica en nasunina, un antioxidante que protege las células cerebrales del daño oxidativo. Su piel contiene flavonoides que ayudan a reducir la presión arterial, mientras que su carne aporta fibra soluble, que regula el tránsito intestinal y promueve la sensación de saciedad.
5.

El apio es conocido por su efecto diurético natural, lo que lo hace excelente para combatir la retención de líquidos. Rico en potasio y bajos niveles de sodio, contribuye al equilibrio electrolítico. Además, sus compuestos volátiles tienen efectos calmantes sobre el sistema nervioso, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.